Con la potente y enérgica dirección de ‘Dallas Buyers Club’ Jean-Marc Vallèe da una lección: no hace falta ser una gran superproducción ni disponer de un gran presupuesto para mostrar de forma honesta una película.
Y es que son muchas las cualidades de las que esta película no hace gala, pero la sinceridad no es una de ellas. Todo lo contrario, a pesar de tratar un tema para muchos lejano, es directa y se siente sustancialmente real.
Basada en el personaje real Ron Woodroof (Matthew McConaughey), un drogadicto y mujeriego cowboy, al que le diagnostican SIDA y otorgan nada más que un mes de vida.
‘Dallas Buyers Club’ no solo relata lo difícil que es afrontar una enfermedad de la que no existe cura, sino también cómo es hacerlo en una época y un ambiente en la que se asociaba con la homosexualidad. El mundillo machista de los cowboys excluyen y relegan al protagonista, otrora un líder respetado entre los suyos.
Ante las dificultades y las pocas esperanzas frente a un pronóstico nada halagüeño, el protagonista no se rinde e intentará combatirlo a su manera. Este cowboy electricista se documentará y probará diferentes vías hasta toparse con medicamentos alternativos, no admitidos en su país, no solo salvando su vida sino también ayudando a los que padecen la misma afección que él.
Poniendo en riesgo su libertad, dará con la forma de introducir en el país esos medicamentos y venderlos. Camello por una buena causa, y por supervivencia, fundará una «clínica» en la que se proveerá de medicina a los necesitados, el Dallas Buyers Club. Para ello contará con la inestimable ayuda de un carismático travesti, Rayon (Jared Leto) que le facilitará los clientes y provocará el cambio que sufre Ron, al que se presentaba en un principio como un homófobo sin remedio y con el que el espectador, salvando las distancias, logrará fácilmente identificarse.
Así, se muestra cómo el miedo a lo desconocido, o la propia ignorancia abonan el terreno a los prejuicios que, una vez confrontados por la necesidad en este caso, se superan.
Desde el hospital, una doctora interpretada por Jennifer Garner (sí, la actriz de los eternos holluelos) asiste a la hazaña de este vaquero y a su transformación, llegando a establecer con él una relación especial.
Vallèe no solo es capaz de casar todos los elementos de este filme haciendo que cuajen y respetándola historial real del personaje sino que además hace de la sencillez su mejor arma, y a pesar de la seriedad y profundidad de los temas que perfila, la hace sentir como una de las mejores feel-good movies del año.
Las interpretaciones de Leto y McConaughey son asombrosas. Ambos expuestos a un exigente cambio físico y a unos personajes complicados, afrontan el reto y se lucen, dando más valía si cabe a la película, y por lo que pueden llevarse a casa por primera vez la preciada estatuilla dorada.