Comienza Cannes 2014 bajo la mirada de Marcello Mastroianni

Una primavera más la Costa Azul acoge uno de los festivales, sino el que más, prestigiosos del mundo. Bajo la seductora mirada de Marcelo Mastroianni (un fotograma del actor en 8 y medio de Fellini protagoniza el cartel de este año) la créme de la créme de la industria cinematográfica desfilará por la alfombra roja de Cannes, esperando llevarse consigo la preciada Palma de Oro.

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 La premiada cineasta neozelandesa Jane Campion (‘El piano’, Palma de Oro en 1993) sucede a Steven Spielberg al frente del jurado acompañada por el mexicano Gael García Bernal, el actor estadounidense Willem Defoe, la realizadora Sofia Coppola (‘Lost in Traslation’) o el director chino Jia Zhangke.

Parece que el presente será un año de veteranos, ya sea por su presencia en el festival en pasadas ediciones o por tener ya en su haber el galardón.

Este 2014 ‘Grace Kelly’ film del director Olivier Dahan, que catapultó a Marion Cotillard en ‘La vie en rose’ para alzarse con el Oscar ha sido la encargada de abrir la 67ª edición. Después del interés que generó tras las polémicas suscitadas en el seno de la familia de Mónaco quizás se esperaba más de la cinta protagonizada por Nicole Kidman que, con críticas más bien templadas ha pasado sin pena ni gloria para los consabidos críticos que allí operan.

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El avezado director Jean Luc Godard, uno de los directores más influyentes de la nouvelle vague, encabeza una de las proyecciones más esperadas, atreviéndose este año con una cinta en 3D, ‘Adieu au langage’. Por su parte, Ken Loach (‘El viento que agita la cebada’, Palma de Oro en 2006) y Mike Leigh (‘Secretos y Mentiras’, Palma de Oro en 1996) buscan repetir galardón con ‘Jimmy’s Hall’ y ‘Mr. Turner’ respectivamente. Pero sin duda si hay alguien respetado en este festival son los hermanos Dardenne, ganadores en dos ocasiones del máximo galardón de la sección oficial de Cannes (‘L’enfant’, Palma de Oro en 2005; ‘Rosetta’, Palma de Oro en 1999), que este año presentan ‘Deux jours, une nuit’, con Marion Cotillard al frente del reparto.

Otras películas esperadas y que pueden pujar fuerte de cara a la presente temporada de premios son ‘Map to the Stars’ de David Cronenberg (reparto: Mia Wasikowska, Robert Pattinson, Julianne Moore), ‘Sils Maria’ de Olivier Assayas (Juliette Binoche, Kristen Stewart), ‘The Homesman’ con Tommy Lee Jones como director o ‘Foxcatcher’ de Bennet Miller (Channing Tatum, Steve Carrell, Mark Ruffalo). También volverá con ‘The Search’ Michel Hazanavicius después de conquistar la estatuilla dorada y a los críticos con ‘The Artist’.

Destacan también Atom Egoyan con ‘Captives’ (Ryan Reynolds, Rosario Dawson), el joven y prolífico Xavier Dolan con ‘Mommy’ o el debut en la dirección de Ryan Gosling con ‘Lost River’ que competirá en la sección Un Certain Regard.

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A continuación la lista completa de películas que se proyectarán en el Festival de Cannes 2014. Habrá que esperar hasta el día 24 de mayo (inicialmente 25, se ha reducido la competición un día con motivo de las elecciones europeas) para saber qué cinta se alza con la Palma de Oro, sucediendo así a la ganadora del año pasado, la espléndida ‘La Vie d’Adèle’ de Abdellatif Kechiche (Adèle Exarchopoulos, Lèa Seydoux).

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SECCIÓN OFICIAL

‘Adieu Au Langage’ de Jean Luc Godard

‘Captives’ de Atom Egoyan

‘Foxcatcher’ de Bennet Miller

‘Jimmy’s Hall’ de Ken Loach

‘Kis Uykusu (Sommeil D’Hive)’ de Nuri Bilge Ceylan

‘Leviathan’ de Andrey Zvyagintsev

‘Le Merviglie’ de Alice Rohrwacher

‘Map to the Stars’ de David Cronenberg

‘Mommy’ de Xavier Dolan

‘Mr Turner’ de Mike Leigh

‘Relatos Salvaje’ de Damian Szifron

‘Saint Laurent’ de Bertrand Bonello

‘Sils Maria’ de Olivier Assayas

‘Still Water’ de Naomi Kawase

‘The Homesman’ de Tommy Lee Jones

‘The Search’ de Michel Hazanavicius

‘Timbuktu’ de Abderrahmane Sissako

‘Deux jours, une nuit’ de Jean Pierre y Luc Dardenne

 

UN CERTAIN REGARD

‘Amour Fou’ de Jessica Hauser

‘Charlie’s Country’ de Rolf de Heer

‘Dohee-Ya’ de July Jung

‘Fantasia’ de Wang Chao

‘Harcheck Mi Headro’ de Keren Yedaya

‘Hermosa Juventud’ de Jaime Rosales (única presencia española)

‘Incompresa’ de Asia Argento

‘Jauja’ de Lisandro Alonso

‘Le Chambre Bleue’ de Matthieu Almaric

‘Lost River’ de Ryan Gosling

‘Run’ de Phillipe Lacote

‘Snow in Paradise’ de Andrew Hulme

‘The Disappearance of Eleanor Rigby’ de Ned Benson

‘The Salt of Earth’ de Wim Wenders y Juliano Riberio Salgado

‘Titli’ de Kanu Behl

‘Turist’ de Ruben Östlund

‘Xenia’ de Panos Koutras

 

PROYECCIONES ESPECIALES


‘Maidan’ de Sergei Loznitsa

‘Caricaturistes- Fantassisns de la Dèmocratie’ de Stephanie Valloatto

‘Red Army’ de Polsky Gabe

‘Eau Argentée’ de Mohammed Ossama

 

PROYECCIONES DE MEDIANOCHE

‘The Rover’ de David Michod

‘The Salvation’ de Kristian Levring

‘Pye Jeok’ de Chang

FUERA DE COMPETICIÓN

‘Grace of Monaco’ de Olivier Dahan (Apertura)

‘How to train your Dragon 2’ de Dean DeBlois

‘The Grand Budapest Hotel’, de Wes Anderson

Wes Anderson se aleja de las historias y técnicas comunes, como viene siendo habitual en su filmografía, ya convertida en seña de identidad, en esta película que está llamada a alzarse con la medalla a la originalidad.

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Puro virtuosismo, el director se recrea en los detalles, a base de rápidos zooms, en un asombroso aunque peculiar ejercicio de savoire-faire al mostrar como telón de fondo y escenario de las desdichas y vicisitudes de sus personajes, una nostálgica e imaginaria mirada a la Europa de entreguerras.

Gustave H. (Ralph Fiennes) es el gran conserje de un gran hotel que tras la resolutiva actitud de un joven empleado, Zero Moustafa, decide ampararlo bajo su protección. Gustoso de las relaciones con mujeres acaudaladas y de avanzada edad, Gustave H. se meterá en un buen lío al convertirse en el único beneficiario de la fortuna de una de sus amantes, lo que le llevará a ser perseguido por la justicia y cómo no, por el malvado hijo (Adrien Brody) de Madame D y su secuaz (Willen Dafoe).

Entre persecuciones e historias de amor, Wes Anderson, a través de su exótica mirada brinda una maravilla de película. Todos los personajes y paisajes son estrambóticos, rayando con el límite de la ridiculez pero sin caer en ella, como si de un funambulista se tratara.

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Además de contar con un reparto coral de lujo para dar vida a sus extravagantes personajes: Bill Murray, Bob Balaban, Saoirse Ronan, Jude Law, Tilda Swinton, Lèa Seydoux o Edward Norton, la virtud de ‘El Gran Hotel Budapest’ es cautivar al espectador, y eso lo conseguirá si el respetable no se queda en la superficie, ni se pierde entre tanto tejemaneje de vértigo de los protagonistas. Si se limitan a eso, este film puede caer en la absurdez poética, como el amor que parece profesarle Gustave H. a este género, que la hay, pero hay más sensatez en la inteligente y suspicaz historia que se teje más allá de ello. 

Una historia de melancolía, de amistad, de amor… Tras los desvaríos del director, y también en ellos, hay magia y sobre todo mucha, mucha ternura. Envuelto en un pomposo embalaje el conjunto presenta un resultado cautivador. Y cómico.

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Palma de Oro en Cannes, la turbadora historia de amor de La vie d’Adèle, es uno de los imprescindibles de 2013

Con Take Care de Beach House sonando, me dispongo a comenzar la crítica de La vie d’Adeèle de Abdellatif Kechiche. No sé ni por dónde empezar ante el torbellino de emociones que aún siguen conmigo después del visionado de la cinta francesa. Y es que pocas veces un director se ha atrevido a contar con semejante naturalidad tantas cosas y a su vez lograr plasmar tanta verdad, en cada gesto, en cada mirada, cada silencio… La clave del éxito del director tunecido ha sido el empleado de los primerísimos planos de todo pero en especial de la joven Adèle Exarchopoulos que los sostiene a la perfección, conquistando a la cámara y a Kechiche con su magnética presencia (haciéndose hasta con el nombre de la película) y que gracias a la conjugación de ambos elementos se consigue implicar al espectador, quien no solo no puede desviar la mirada de la pantalla, sino que llega a sentir en su propia piel lo que Adèle está sintiendo.

Y así, uno va asistiendo al crecimiento de Adèle, a su proceso de maduración, desde el instituto hasta su consolidación como profesora y todo ello a través de su relación con Emma, que permite apreciar su evolución tras las vueltas que le da la vida.

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La primera parte ahonda en la búsqueda de identidad de la protagonista, un viaje que, desorientada, realiza a la deriva. Probando pero sn encontrar la plenitud que le permita sentirse a gusto, ser quien verdaderamente es, porque ni ella misma lo sabe todavía. Paso de la adolescencia a la edad adulta, cuya transición comienza con el primer amor. Un amor a primera vista. Adèle se siente inmediatamente atraída por Emma (Lea Seydoux), la chica del pelo azul, atracción que es correspondida. Las une una intensa pasión, cuya explosión sensitiva hace vibra al público.

La burbuja de amor y pasión que ambas comparten durante unos años no es inmune al paso del tiempo, que en forma de celos, de soledad, incomodidad e incompresión comienza a hacer mella hasta hacerla estallar.

A partir de ahí llegará dos de las escenas más intensas e impactantes de la película. La primera, desoladora, lo hace en forma de discusión; la otra en una cafetería, refleja el dicho de «donde hubo fuego siempre quedarán cenizas», cenizas que con el desencadenante preciso, en este caso el contacto físico al que apelará la protagonista, pueden volver a reavivar las llamas. Pero al darse cuenta de que lo que quiere es el cuerpo y no el corazón, que ya no le pertenece a ella como antaño sino a ota persona, supone un duro golpe para Adèle que, destrozada, se verá obligada a dejar ir a Emma.

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En toda una vida, algunos son incapaces de entender el amor y sus curiosas formas de manifestarse. Kechiche no solo consigue entender una de esas formas y plasmar sus entresijos con una pasmosa veracidad, sino que va más allá, pues inquieta, turba, desgarra, porque logra implicar al público en el desarrollo de los sentimientos que surgen de una relación ajena a ellos. Observar durante las tres horas de metraje a un personaje tan puro y entregado como Adèle y una interpretación tan natural, tan cercana como la que nos brinda la actriz, hace que el espectador se encariñe con la protagonista, que la entienda y sienta con ella y por ello se ilusionan cuando se enamora, disculpa sus errores y sufre cuando le rompen el corazón. La platea no solo se emociona, sino que empatiza y mientras el fin transcurre, ya están condenados al vaivén de sensaciones del huracán Adèle.

Para finalizar, como no podía ser de otro modo, suena I follow rivers de Lykke lii, me quedo con las palabras de Robbie Collin de Telegraph: «te das cuenta de que la película te ha ganado el corazón sin realmente pedirlo, y sales del cine echando de menos el amor». Y uno no presencia una historia entre dos mujeres, que también, sino que asiste además a una de las mejor narradas y más bellas historias de amor que jamás se han rodado. Y por eso merece la pena, y así, podemos entender por qué  Spielberg se conmovió e hizo que tanto el título francés, como su director y ambas protagonistas se alzasen con la cotizada Palma de Oro en Cannes, porque a nosotros nos pasó lo mismo, y nos sentimos agradecidos por amar el cine.

Sin lugar a dudas, es uno de los títulos imprescindibles del 2013.

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